Es la primera construcción realizada en el Campo Cultural Llongocura. Fue diseñado por el arquitecto Juan Gajardo, como proyecto de su tesis de titulación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca. Su construcción se inició el año 2008 y fue inaugurado en marzo del año 2009.
Su construcción se caracteriza por su emplazamiento al interior de una barranca, transformándose en un fuerte atractivo para visitantes espontáneos que recorren periódicamente las instalaciones del Campo Cultural Llongocura.
El Anfiteatro es el escenario principal del evento Trilla de las Artes de Llongocura. A través de los años ha sido afectado por las fuerzas de la naturaleza. Un año después de su inauguración sufrió los efectos del terremoto del 2010 y el año 2017, por el mega incendio que afectó la zona, además de los naturales cambios que producen las lluvias de invierno.
Este espacio, como el resto de la infraestructura del Campo Cultural Llongocura, es sometido regularmente a trabajos de restauración, conservación e incorporación de mejoras al diseño original, de acuerdo a la evolución provocado por el uso de los asistentes.
Está en proyecto la construcción de un puente gradería, que reemplazaría el puente anterior que desapareció al quemarse por el incendio forestal y en donde el público se instalaba para presenciar los espectáculos que se programaban en el Anfiteatro.

Son construcciones inspiradas en diseños y técnicas constructivas de nuestros pueblos originarios. La materialidad usada, piedras, tierra, paja, ramas y troncos son propia del lugar, incorporando al mínimo materiales externos, le otorgan la identidad territorial.
Son claramente identificables el uso de la quincha natural, el paredón y las construcciones ovaladas.
Actualmente existe una Ruka madre en donde se realizan funciones teatrales, recitales, talleres y reuniones. Fue construida en forma paralela al Anfiteatro y tiene una capacidad para acoger unas 30 personas.
Existen adicionalmente otras dos rucas que cumplen funciones de hospedaje. Una con capacidad para 2 personas y la otra con una capacidad para cuatro personas.
Está en proyecto la construcción de nuevas rucas habitaciones, que permitan dar alojamiento a los creadores que sean parte de la programación de los diferentes eventos culturales.

Es un segundo anfiteatro construido en la cúspide de un lomaje del cerro, muy cercano al primer Anfiteatro. Tiene un diseño circular con escalinatas, en donde se pueden instalar sillas y bancas con una capacidad aproximada de 150 espectadores.
Recibe el nombre de El Nido, porque en una segunda etapa será cubierto por ramas, permitiendo su uso en el día como galería de arte y espacio para talleres.

Es una construcción que utiliza como pared de fondo, la muralla natural de la cumbre del cerro, en contraposición con grandes ventanales, que permiten ver desde lo alto la vegetación nativa de la quebrada principal. La cubierta limita en altura con la pared natural, de tal manera que no obstaculiza la vista del entorno desde la cumbre. Actúa como enlace entre ambos anfiteatros, uniéndolos en un tránsito natural por un sendero que culmina en la Ruka Madre.
En esta construcción los asistentes pueden tomar refrescos, café, comer bocadillos y adquirir recuerdos del lugar.
Para una segunda etapa, está proyectada una terraza, que permitirá ampliar el espacio habilitando con mesas y sillas esta construcción.

Esta es una construcción rectangular que aprovecha como murallas laterales, las paredes naturales de una barranca. La cubierta sigue la línea de la barranca, mimetizándose con el relieve del cerro. La pared frontal está cubierta por ventanales de diferentes tipos, instalados en forma aleatoria, recicladas del mítico Teatro Chico, antiguo proyecto realizado en Talca, que culminó con el terremoto del año 2010 y que contaba con una pequeña sala de teatro con 24 butacas. La pared contraria será abierta, permitiendo ver el encajonamiento de la barranca y su vegetación. De sus vigas se desplegará una pantalla de cine y cortinaje que permita oscurecer el espacio.
Sobre el suelo se instalará una plataforma que puede ser usada para entrevistas, charlas y presentaciones de espectáculos unipersonales.
Se construirán 4 plataformas de diferente altura, para instalar sillones y sofás reciclados, teniendo una capacidad cercana a las 30 personas.
El estado actual de avance es del 60 por ciento. Se encuentra construida la obra gruesa y la cubierta, faltando construir las plataformas y el empotramiento de puertas y ventanas.

Este proyecto contempla construir un teatro a la italiana con un escenario de 11 metros de frente por 7 de fondo, con un afore de 1 metro cincuenta por cada costado.
Las graderías se instalarán sobre una ladera del cerro, en donde se instalarán bancas con una capacidad aproximada de 160 espectadores. En la parte más alta de la ladera, quedará un espacio para la técnica. Por cada costado subirá una rampa que estará flanqueada por la pared exterior y un segundo pilar interior. Las paredes exteriores serán de barro según la técnica de la quincha natural. La cubierta del público será en dos aguas, estructurada en postes dobles de siete metros de largo por cada agua, que luego serán cubiertos por polines. La cubierta del escenario será cónica, para potenciar la caja acústica, se reciclarán tachos antiguos de iluminación para empotrarlos en el techo del escenario y contar con una iluminación natural del sol, para periodos de ensayo. El piso del escenario será cubierto por 24 placas de terciado de 18 milímetros.
Muy cerca de la parte trasera del escenario, se levantará una pequeña construcción de barro que se habilitará para camarines. En el entorno se encuentra una explanada que permite actuar como foyer.
El estado actual de avance es del 20 por ciento. A la espera de gestionar recursos para los postes y polines que se usarán en la cubierta.